Esmeralda Sánchez sabía que algo no estaba bien en Muncie, Indiana.
Como mexicana-americana de primera generación viviendo en Indianápolis de los 2 hasta los 29 años, Sánchez se había acostumbrado a una ubicación con una cultura vibrante y viva. En el centro de la ciudad, ella dijo que había varias iglesias que ofrecían la misa en español, y taquerías también, entre otras cosas. Para ella, ver recursos como estos le demostró que había una comunidad activa a su alrededor, algo que ella dijo que un solo restaurante mexicano no puede hacer.
“Es importante tener esa variación. Para los hispanos, una taquería es completamente diferente que un restaurante mexicano”, dijo Sánchez. “Para tener algo como una taquería en el área, se necesitan los hispanos. Se necesita gente que de verdad conozca la comida.”
Sin embargo, después de que su esposo se cayera de una escalera de 30 pies, lo que siempre había conocido estaba a punto de cambiar mientras enfrentaba nuevos retos. El primero de esos fue entrar a la fuerza laboral.
“En esa época, yo estaba en casa con nuestro hijo”, dijo ella. “[La caída] impactó mucho a la estructura familiar que teníamos.”
Aunque la familia tenía sus ahorros, no había lo suficiente como para pagar las facturas y la fisioterapia de su esposo. Entonces Sánchez aceptó un puesto de liderazgo con el Archdiocese of Indianapolis, donde trabajó por dos años como coordinadora de la clerecía hispana en la Office of Intercultural Ministry.
Como parte de su trabajo, ella interactuó con varias comunidades de fe, y también ofreció retiros y “oportunidades de crecimiento espiritual para acercar a las personas a Dios”, ella describió.
Aún así, Sánchez dijo que la falta de oportunidades para los que eran líderes la llevó a dejar el trabajo para algo diferente.
“Me di cuenta de que me hacía falta ser alimentada espiritualmente, especialmente con esta fase dura en nuestra familia y en nuestras vidas”, dijo ella.
Ella necesitaba un plan. Al mismo tiempo que el accidente de su esposo, la familia decidió vender la casa.
“Le dije a mi esposo, ‘voy a buscar el camino perfecto para nosotros, y dondequiera que nos lleve, iremos para allá’”, dijo ella.
Se tomó esta decisión a finales de 2020 cuando, según un estudio de 2022, llegamos a la cima de las tasas de hospitalización de todas las edades para COVID-19 en los Estados Unidos. La familia creía que era posible que no se vendiera la casa por esas circunstancias de la pandemia, pero en los datos del Sistema de la Reserva Federal se encontró una escasez de casas a la venta durante ese período de la pandemia. Esto hizo que se vendieran las casas más rápido debido al aumento de la demanda.
La casa de la familia Sánchez no era diferente.
“En cuestión de días estábamos bajo contrato y no teníamos dónde ir”, dijo ella.
Un regreso rural
Ella creía que sería “más como una ciudad ruinosa”.
Aunque Sánchez asistió a Ball State hace 10 años, dijo que Muncie es muy diferente en comparación con cómo era la ciudad en su tiempo estudiando en la universidad.
“Cuando íbamos por McGalliard [Road], todos los edificios eran chicos, muy viejos y no muy bien cuidados”, dijo ella, “pero cuando regresamos a hacer una visita por la casa en la que vivimos actualmente, por McGalliard Road, era un cambio de 180 grados. Todo estaba muy vivo, con nuevos edificios, nueva construcción, lleno de vida, y nos enamoramos de la ciudad.”
Otro nuevo aspecto de Muncie que la atraía era la misa en español que se ofrece en St. Lawrence Church. Este evento semanal en el edificio al rincón de Charles Street y Hackley Street empezó a hacerse en 2018, según Rev. Christian DeCarlo, un sacerdote de la iglesia.
A DeCarlo lo trajeron a la iglesia en agosto de 2020 para servir a la comunidad hispana de Muncie. Antes de esto, pasó unos años en Carmel, Indiana, donde trabajó con una feligresa peruana y practicó su español. Hasta ese momento, la última vez que habría usado el idioma sería durante la secundaria.
“Una prueba de fuego, sin duda. Aprendí poco a poco, hice lo que pude para mejorarlo”, dijo él.
Con el tiempo, él aprendió más y más, diciendo que después de un viaje de cuatro semanas a Lima, Perú, pudo hacer sus oraciones en español sin leerlas. Esta misa “tradicionalmente católica” que incluye lecturas de la Sagrada Escritura y himnos son especialmente importantes para las personas como Sánchez, quien dijo que su fe está vinculada al español de una manera que muchos angloparlantes no entienden, haciendo que Sánchez se relacione más con ella en el idioma.
“Tenía veinte-y-algo cuando aprendí mis oraciones en inglés, entonces sentí que ser católico en inglés era completamente diferente que lo que hacíamos en mi cultura mexicana”, explicó ella. “Siento que vivimos a través de nuestra fe en la comunidad hispana. Celebramos casi todas nuestras tradiciones basadas en la fe católica, si lo reconozcamos o no, mientras en la comunidad anglo, siento que asistir a misa es importante, pero las tradiciones en la cultura no siempre están basadas en la fe.”
Según un reporte de 2022 del Pew Research Center, 43% de adultos hispanos/latinos en los Estados Unidos se clasifican como católicos. El número ha bajado de 67% de hispanos/latinos que se clasificaron como católicos en 2010. Aún así, los latinos tienen el doble de probabilidades de identificarse como católico en comparación con otros adultos en los Estados Unidos.
A pesar de la conexión fuerte que ella tiene para su fe, Sánchez estaba muy sorprendida al asistir a misa en Muncie por primera vez.
De ocho a 80
Ella sospechaba que tenía algo que ver con la pandemia.
Tener solamente su tiempo en Indianápolis para compararlo, ella no pudo entender por qué la misa en español de St. Lawrence tenía “cinco a ocho” personas en asistencia.
“De inmediato, dije, ‘Algo no cuadra.’ Conozco a mi gente; conozco a mi comunidad”, ella dijo. “Seguimos asistiendo, y seguí esperando el día que viéramos la misa llena de personas.”
Cuando inicialmente no llegaba ese día, ella decidió solicitar un puesto en la iglesia para ayudar a que pasara. La contrataron muy poco después como coordinadora de educación religiosa y preparación de sacramentos. Después de juntarse con el equipo de liderazgo allí, Sánchez dijo que vio un borrón y cuenta nueva para traer a gente nueva a la iglesia.
“Analizamos los números, y descubrimos que hay como 2000 [personas de origen hispano y/o latino] en Muncie. Nos preguntamos, ‘¿Dónde están?’” dijo ella. “Me di la tarea de salir a buscar a estas personas.”
Según los datos de Pew Research Center, los de origen hispano y/o latino representan el 15% de personas en Indiana que se identifican como católicas.
Después de unos meses de buscarlos, la asistencia aumentó a más de 30 personas. Luego, eran 50 personas.
Luego se detuvo.
“Es que ya no podíamos aumentar el número, y no sé qué pasó”, dijo Sánchez.
DeCarlo dijo que los líderes de St. Lawrence Church promueven sus servicios con folletos en lugares populares en Muncie, y también la promoción boca a boca. Aún así, él dijo que los líderes hispanos y/o latinos de la iglesia que están a su alrededor son su mayor apoyo en todo el proceso, y que fue imprescindible que fueran incluidos.
“Tenemos unos miembros muy dedicados y fuertes que han invertido, y reconozco que no puedo hacer esto sólo”, él dijo. “Es importante incluir a todos, porque esta comunidad es de todos.”
Esta pausa se acabó en las semanas previas a la Pascua; la asistencia aumentó a entre 70 y 80 personas. Sin embargo, cuando llegó la Pascua, St. Lawrence Church les dio la bienvenida a casi 175 personas para la misa en español. Actualmente, la asistencia ha bajado a 80 personas. Ahora Sánchez tiene otro desafío: la retención.
“Tenemos mucha esperanza”, dijo ella. “Sabemos que están aquí. Ahora nos toca encontrar la manera de que regresen y se queden.”
‘Nos sentimos como en casa’
Sánchez dijo que por la población hispana creciente de Muncie, y en el país entero, la misa semanal en español es aún más valiosa. Ella dijo que es importante estar listos para recibir y apoyar a gente nueva cuando vengan.
“Cuando los latinos sentimos que estamos siendo reconocidos y aceptados en una comunidad, nos sentimos como en casa. Queremos traer a más gente para apoyar a la comunidad”, dijo ella, mencionando cómo su madre y su hermana también se mudaron a Muncie después.
Además de esto, ella dijo que tener recursos como el 3 Hermanos Supermarket, y la misa en español, podría llevar a un aumento de la propiedad de vivienda de la población latina y/o hispana del área.
“En Indianápolis, vimos que muchos de la comunidad hispana compraron casas abandonadas y las arreglaron y creció todo el área”, dijo Sánchez. “Si podemos correlacionar lo que estamos viendo aquí en Muncie con Indianápolis, yo creo que significa más crecimiento [para Muncie].”
Según los datos de 2019 de la oficina del censo, las personas de origen hispano y/o latino poseen el 1% de casas en el condado de Delaware, comparado con el 94% de blancos. Sin embargo, se están aumentando los números. En el reporte del Estado de la Propiedad de Vivienda Hispana de 2022 de la Asociación de Profesionales de Bienes Raíces Hispanos se encontró que las tasas de la propiedad de vivienda entre latinos y/o hispanos aumentó a 48.6% el año pasado; es el octavo año de crecimiento para la población.
Sánchez y DeCarlo están enfocados en encontrar nuevas maneras en que aumente la asistencia en el futuro. Los dos invitan a todos a asistir.
“Es una buena combinación de honrar a tus raíces y también conectarse con otras personas a través de tus tradiciones”, dijo DeCarlo. “Es un lugar donde la gente puede encontrar su hogar y siempre ser bienvenido. Es un lugar para encontrar paz a pesar de los desafíos que enfrentan y saber que Dios está esperando por ti.”
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